
Hubo un tiempo en que el Málaga se sentaba en la mesa de los grandes. Hoy, tras años de travesía judicial, abismos económicos y una Primera RFEF que no debemos olvidar por lo malo y por lo bueno, el club boquerón está construyendo una nueva identidad. Ya no desde el glamour, sino desde la convicción. Desde el barro.
🧠 Carlos Dotor: el cerebro que sobrevivió a la tormenta
Mediocentro, 24 años, cedido del Celta
La mirada de Dotor lo dice todo: ha visto cosas. Tras salir de la Fábrica del Real Madrid, donde fue capitán y referente, se marchó al Celta buscando minutos. Los encontró en forma de cesiones, en un Oviedo que apretaba y un Sporting que no le terminó de entender. Ahora llega a La Rosaleda con una maleta cargada de kilómetros, de inteligencia táctica y de rabia contenida.
No es el típico mediocentro de toque insulso. Dotor juega con peso específico, con ritmo de campeonato largo. Tiene llegada, gol, y sobre todo, sentido del juego. Un perfil que el Málaga no tenía desde el mejor Escassi.
“Vengo a un sitio donde se respira fútbol. Aquí no se viene a especular”, dijo en su presentación.
🐃 Eneko Jauregi: músculo, barro y goles con barro
Delantero centro, 29 años, fichado libre del Racing de Ferrol
Pocas cosas hay más malagueñas que un delantero cabezón, de los que no se rinden ni en el minuto 94. Jauregi no tiene el marketing de otros, pero sí lo que hace falta en la categoría: remate, brega y un aura de jugador de pueblo grande.
Viene tras una temporada irregular en Ferrol, pero con el colmillo afilado. Es el típico fichaje que nadie aplaude el día que se anuncia… y que acaba saliendo a hombros en mayo.
Lo apodan “el abrelatas”, y es justo lo que necesita este Málaga: alguien que rompa partidos cerrados, sin necesidad de poesía.
🔥 Adrián Niño: el diamante que el Atleti dejó escapar
Delantero, 21 años, fichado por 500.000€
Este es el fichaje que ilusiona. Niño ha mamado fútbol de élite en el Atlético, donde Simeone le hizo debutar en Primera. Pero no encontró hueco en una delantera saturada de galácticos. El Málaga pescó en río revuelto… y firmó oro.
No es un “9” clásico, tampoco un extremo. Niño es de esos jugadores modernos que se entienden con el gol sin tener que estar encadenado al área. Tiene movilidad, desborde y hambre. Mucha hambre. Y el Málaga ha apostado fuerte: contrato largo (hasta 2029) y una cláusula que no se ve en estos lares desde hace años.
Si le respetan las lesiones, puede ser el nuevo ídolo de Martiricos.
👀 Jeremy de León: el rumor que huele a apuesta
Extremo, 21 años, Real Madrid Castilla (negociación abierta)
De momento, es solo humo con perfume caribeño. Pero si cuaja, puede ser el broche de oro a una ventana de fichajes sorprendentemente coherente. Jeremy es vertical, veloz, eléctrico. Un extremo a la antigua, de los que encaran sin pedir permiso.
El problema es que llega con un historial médico que asusta. El club lo sabe, y por eso está negociando un contrato de “alto riesgo, alta recompensa”, con muchas variables y opciones de blindaje. Pero si se le ficha, La Rosaleda volverá a tener un jugador de esos que levantan al público del asiento.
🧭 ¿Qué está haciendo el Málaga?
Lo que está haciendo el Málaga, por fin, es tener un plan.
Ha mezclado juventud con experiencia. Ha buscado perfiles concretos y no cromos repetidos. Ha apostado por talento, pero sin hipotecarse. Y sobre todo, ha fichado jugadores con hambre. En Segunda y en Primera RFEF no se asciende con nombres, sino con carácter. Y este año, el Málaga está fichando carácter.
Falta camino, falta plantilla, y faltan certezas. Pero por primera vez en años, no falta rumbo.
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